Poeta del porounhol nacido en 1969 en Barrio Obrero de Asunción, city donde muere en septiembre del 2023. Antes cruzaba las calles que trazan Aion y Cronos todos los días de la lengua de Ñemby a Asunción, de Capiatá a Posadas, tralaleando su melopea de makatero bergmaniano que troca chucherías por poemas multicolores, palabras-objetos por carne conservada…
https://www.youtube.com/watch?v=ZyVBYmGkC2g
(uno de sus poemas idiosincráticos vuelto song de cabaret callejero)
En la intro de su primer libro “Pombero tamaguxi”, 2008, se podía leer lo siguiente:
“El Tamaguxi fala un japo ñe’. né orientado al susto (como pombero), al juego (como tamaguxi), coquetea con ese cocoliche idiosinkrátiko: el poro(u)ñol curtido entre Kalle Última y la Plaza frente a iglesia municipal de Ñemby, ese ñe’. que sabe (he’emby) a la sal de la kalle sudorípara nuestra de kada vida neuronal…¡Anina upeicha nina fetas de mi alma de coronista del último poeta ximbo! El primero que vislumbré nimbado de la aureola de los micófagos. Este libro te hará ¡guá! cuando lo tengas en tu mano lectora digitadora.C.B., Asunzión, 9 de febrero 2008”. Un poema de ese título es:
Xico Sá se quedó sin grass
Con mi fe de fakir
Y la daga serpiente voz de Camarón
Zarparé de mi garganta
Vou gritar desde mi ventana
Enredarme en el tiempo ysypo
Cada momento devorado
como suspiros de una frambuesa submarina
arrojar el celofán recuerdo de tu barriga
Apenas para vivir
No se puede levantar el golem kangylon del
amor
Para hablar nada más
Sin darle nuevos nombres a la marea silenciosa
Que recogen las redes del silencio
Piscar ese pypore cruel
El desove en los ijares de la noche
su aceite comestible apenas para vivir
Y me pregunto si no soy digno de que me dejes
en tu alma
Medusa de mil agujas
Atornillado a tu saliva
Desdeñado pasto de tu cama pradera
Dilapidar el oxígeno afiebrante bajo cielos de tu
sábana
tus orgasmos como un guante sin revés
Una palabra tuya es el día que me quieras
Bastante tiempo para cortarme las venas
Ya que tienes el azufre llorado por mis poemas
La pupila Caterpillar de la tormenta
Apuñalada de gotas sin voz
Donde esperar la aparición
del relámpago que te desnude la sonrisa
la explicación atroz de un aneurisma
Ya que eras y sos
La única la cosquilla rumor
El color abandonado del ysapy
La instrucción rúnica que descifrarán
los capullos verdeoscuros
Al romperse sus sueños
Esa fumaza fantasma
Mariajuana Sapatú Maríajuana Sapatú
En este flash de la distancia
Por el stone de tu añoranza
añamembýre.
Estudió letras a fines de los 80’s. Escribió en fanzines como “Tiempo indigente” y “Susobicho” en esa época. En los 90’s fue padre y falso grunge. Coleccionaba vinilos sobre todo y reunía un banquete de frikis en su villa de Ñemby. Despertó su afán escriturario con el boom cartonero en Asunción. Inició en realidad como poeta-mailero y poeta-msm. Fue coeditor de Felicita cartonera del 2008-2012. Editó a más de 100 autores non-future en esos años.
Aparecido en Santa Muerte cartonera (2008), “El Quinielero patafísico” contiene uno de sus poemas más antológicos:
CHURA CHURA CHURA (EL CHURERO EN SIDECAR)
chura chura chura
mondongo criptonita
aleja chongos de capa y bombachita
rompe azuza pubis peró
viagrampa tétricos tembó puro output
librillo amoratado turbará ese kangy furtivo
que atenaza tu carnaza
chinchulín pálido helicoidal
chinchulín que encebolla
la mansedumbre de tanto pasto muerto
kü mátare sin responsos ni retórica
mugidos de Spandau o de Riga
ipokué misterioso — senderos perdidos
hígado prometeico
riñones desenfrenados
chura chura chura
perevy si te falta algo
(un coturno, un deshabillé, el na’ápe en tu punto G)
y curarte esa fisura
sana sana con pikana
korazó tuyakué
tripagorda selbagem
bofe sin grisallas
cuajo para el bienamado
futuro kezito (do you like posición candado?)
neike neike toro bola
vade retro vare’á sempiterno
koa hína ñande bezoar
los 4 estómagos kele’é
las metáforas jatebú
las estrofas tembonë
el ADN añarevikuá
de la poesía del jopará
Asentado en esto últimos años en su rancho de Itauguá con tajamar zen de uso colectivo, Edga Pou es el nombre de pluma del poeta Edgardo Cazal, para quien la poesía ya no es alcanzada desde afuera, como en las flores del Mall baudeleriano, ahora se trata de una inmersión o una deep endoscopía. Vemos las entrañas y vísceras de la poesía. Es un homenaje a la poesía popular, la perifoneada por los churreros de barrio y sus parlantes de una poética guillotinada ya hoy por la neo fauna repetitiva de shopping y biggies vayros. Reivindica la otrora oralidad suburbial, improvisada, repentizada, yoparaizada, despreciada por nuestros poeta-chetos de ayer y de hoy, en conexión con Herzog y su documental “How Much Wood Would a Woodchuck Chuck” (1977), que trata sobre la “última poesía capitalista posible”, la de los subastadores de ganado en el campeonato mundial de Pennsylvania. Poesía oral y comestible, que se nos hace agua en la boca, en la lengua golosa y aun los ikumbéva se animan a tirar una rima fake. Poesía de parlante de añaretaí o compañía huguareguã. Rítmica como un anuncio publicitario, con el swing del vendedor callejero, no queda otra que sucumbir a su biblioteca sonora, cotidiana, suculenta. Destripamiento del cuerpo victoriano de la poesía con el sonsonete del churero. La de Pou es una poesía visceral, con la impronta de un gastrocéfalo.
El siguiente fragmento está dedicado al poeta matogrossense De Barros:
Kuehe oky ko’ë ambuépe (ontem choveu no futuro)
haikus avañe’ẽpe para Manoel de Barros
reho guive
oho aveì che ñe’ẽ
koàpe aju amÿivo kaàrù pÿtù
ÿrembere aguata
a hendù ÿsÿrÿ o hasavo
nde ratÿpÿkuà che mo manduà
ha ambotÿvo che resa
ahetevointe ahendutava nde pukà jeÿ
ha amañà jeÿvo
nde ava rÿakuangüèicha
che jahoì paite pÿtumbÿ
ha nda jevÿ sevéi
Estos días fue traducido al ruso por Dmitry Kuzmin este poema:
Uma yiyi bebiendo niebla
no todo lo débil es alarmante
como el grillo scratch
que se acalambra sobre los platos negros
cuando una boca se abre
o una herida se cierra
la mirada se agrieta la mentira de las flores
la errancia del viento por surcos concéntricos
el beso que se arruga
como un origami reseco
juguemos al desatino de la sangre
el sonido como deseo
salvo la astucia del perdón
todo te será permitido.
Sobre el libro “Hamburguesa de moñái” (2009). escribió Douglas Diegues entonces: “Moñái, sustantibo indeterminado.
Por los esterales, pantanales, ríos anónimos, se escondem, se escurren, se delician las Moñai, horripilantes bichos dubios, cara de perro, duas farpas en la cabeza y dientes pontudos. Suo korpo es animal, pero suos piecitos son como ruedas, ruedas de lata que cuando giran producen infernal ruído. Versiones generosas presentan a las Moñáis como duendes protectores de robos, plagios y otras rapinagens. Puede que se trate de una serpente michi michi, pero muito grossa qual tronko de árbole. Algunos imbéciles se casan con yiyis bellas y simpátikas. Quando se dan cuenta, nim tango soluciona. Se han casado con una Moñái. Monstruo onda gaucho con koncha. Nunca se puede saber qualé la de las Moñái. Mais parece que ni las Moñáis sabem bien lo que quieren. Nel fundo, obvio, del hondo, las Moñái non sirven para nada. Son bichos inútiles como flores o plácidos temboreís”.
Un ejemplo de esa obra es:
Bambi
Shemale bambi made in Paraway
se toca los pechos
Está estrenando siliconas chinesas
Que le pican así como le pica el culo
Y la palma de las manos cuando va llover
Las horas no pasan como no pasan los clientes
Todo es como si … -nada es como es-
La madrugada se atasca de mua muas
y solo le quedan dos condones
Extrema mitakuña bambi , hoy está de rojo
Como una frutilla de Areguá
Un rojo pytâ de allaité
Sabe que tiene las caderas beim hots
Y esos tacones le realzan la cola
La cola la cola del bambi hace suspirar a todos
los taxistas
Que a veces no le cobran
A los policías que a veces no le pegan
Al cariñoso catequista
Que tampoco ha venido hoy, ¿por qué será?
bambi espera y espera
Hasta que los gallos empiezan a cantar
Hasta que acabo el poema
Y entonces bambi: culona ricura, simplemente se
va.
Parte ya del hit parade de la poesía paraguaya del suelo XXI es “Stronito mio”:
como no fui manumitido satisfactoriamente
después de traficar con mis dientes de leche
después de regatear pañales mamadera sonajero
después de no abatir el ombligo a los murmullos del
hambre
y con una dulce fe en el quinielero
sin dejar de robar algún chupete al koreano
ni dejar de sonreírle al basurero
ni dejar de oír los consejos del gentil vecino jubilado
ni esperar que el honorable señor cura
invitara dos veces
ella:
teniendo en cuenta
el filo sediento de sus pestañas
la clavícula más tersa de todas las lavanderas
sin que sus manos solitarias sucumbieran al la lujuria
de la lavandina
y llevando el pelo suelto de luto inquieto
y los senos apremiantes de viuda joven
y el furor agazapado de sus caderas
y con la boca desnuda carne de ámbar
y sus tobillos serenos de mántix guardiana
para que yo corriera en la lluvia
por los patios viejos
para que el invierno susurrara simplemente en mi
bufanda
para que yo me masturbara
bajo sábanas de algodón callado
para que mi bicicleta lisérgica
fuera más veloz que los perros del policía
para que nunca se me arrugara la camisa
que me regaló en mi cumpleaños el dentista
para no esperar en el burdel
sin beberme al menos una decente wyscola
y mandar al carajo el sacrosanto edicto
para que yo me fumara un punto rojo
antes o después de sacudirme un verso
mi madre esa que está tirada ahí
y le quitan fotos espasmódicas
así sin nada
sin respirar
y me pedís que la identifique
ella, mi madre, siempre dijo sí.
El poema “Bectrizada” del libro también cartonero “Ciempre100Pies” (2010), fue convertido en un bellísimo video (Videopoesía “Bectrizada” de Ramiro Gomez.):
En el índice
De tu pelo
Escribo
Todas las victorias regias
Disparadas:
Súbete a mi sangre
Me gritas
Con la luz apagada
Mientras las patrullas
Siguen el diagrama
Falso
De mi ausencia
Por las calles ciegas.
De “MANTRA KARAPE. Poemario inflabeul” (2011) es “Mascarón de proa”:
Sospecho que tu piel tiene algo ke ver
con la oscuridad furtiva que nos invade
ahora cuando ya hemos zarpado hacia el sueño
y no voy a comparar tu boca con una guayaba picoteada
inalcanzable tu sangre
no dirè
cómo el pàlido fuego
es el canto del yerutì
en la siesta
no debo jadear
tu nombre secreto
bajo los lamparones del atardecer
como si mi desnudo temblor
no bastara
como si el kïrïrï
no doliera
como si avavé me llamara
como el naikatúi
como el siseo ñacundà
como el sigilo ciego del mitamì
topito kafkiano
en los recovecos de la cebolla
buscando descifrar tu ausencia
hacia una diáspora de lágrimas de cocina
quisiera decidir
el punto exacto donde decir orvallo
la moneda al aire el destino de Ballantrae
el alma de Akaki Akakievich atrapada en un capote
o fugazmente escamotear una metáfora
en el pestañeo del Dandy alejándose arremolinado
en una capa de piel de mbopì
debería decir simplemente P Ù R P U RA
y que asomen los colmillos
de un poema de Madam Ratt
el estallido de la espuma:
la antigua rabia del mar…
Es un libro de constantes homenajes, ya el epígrafe cita al poeta Régis Bonvicino (“Ñakyrâ chiâ chiâ , la existencia de la nada” R. B.), y en el poema final que presentamos, queda clara su filiación con el poeta del jazz Gil Scott-Heron:
la poesía nunca será televisada
te hablo a ti que miras las hormigas
llevando el azar de la clorofila
entre los esqueletos del invierno
ahora que aun conoces los nombres del dolor
la poesía nunca será televisada
mientras tose tose y tose el kolino radiante
tu mirada de vacío expectante
mientras sacamos y metemos
la naftalina en el esternón
de todos esos poetas alfabéticamente tiesos
chupa el chupete
chupa el chupete
chupa el chupete
sé que es muy cool
la poesía nunca será televisada
aunque yo quisiera ser el kapitán escarlata
deja ya de mirar las hormigas
deja de escuchar mis viejos vinilos
olvidate del vuelo matemático de los murciélagos
la poesía nunca será televisada
deja de pedir más sal en la tortilla
no todo el mundo piensa en tu mandioca
déjate de patriotismos de kureì pirù
deja que las próceres estatuas
entierren a sus asombros
sal del baño pequeño dios
y deja los cien volando
las guayabas se hicieron para comer
la rabia para morder el deseo para doler
el destino de un cordón es soltarse
el sueño de un huevo es romperse
el fin del ojo es el dormir
y la poesía nunca será televisada
tiene 4 corazones :
uno guardado en la boca de la tierra
otro en el ombligo del viento
otro sueña en el fuego
y este que tengo late bajo la risa del agua
¿qué creerías qué es
o dónde está el quinto corazón
el más secreto
contesta brother contesta
no tengo tiempo
la poesía nunca será televisada…
Con las vetas de sequoia (como no es un especie de estos lares y trópicos, por eso metemos al pindo, hibridizándolos, un árbol sí nativo de Paraguay) queremos aludir a los hitos intra-históricos que se pueden leer y vislumbrar en la obra poética de este poeta paraguayo del siglo XXI. Comprender que era madera guaraní hasta su aserrín.
Terminamos diciendo que la poesía de Edgar Pou se mantuvo under hasta el último día de su vida, una prueba es que la 4.ª edición del “Diccionario de literatura paraguaya”(2022) de Teresa Méndez Faith seguía sin incluirle.
Cristino Bogado
Lambaré, Paraguay, 15 septiembre 2023