La línea
Nada me hacía pensar
en la felicidad, ni en
los ángeles.
Viendo pasar a los
motorizados
sentí la extrañeza
de ser huérfana
de mi propia sangre,
de haber sido expulsada
del paraíso: voces,
música, de la estridencia
viva, fluidos
que desembocan
en el casco urbano.
Volví a mi pasividad doliente,
donde no hay ruido. Pero atiendo,
en la frontera cada una de las letras
de ese salmo: la tal vez
alegría.
Sangre
Ser ella, separada de mí.
La mayoría
tiene hambre de cabezas.
Troya
Quienes fueron no se saciaron.
Estructura
Una palabra
como la que no encontré
ni qué decir
Estos veranos
Pensar es resistir”
Gilles Deleuze
Cada uno a su modo,
distrae al tiempo:
no al que gotea, sino
el tiempo físico.
Estos veranos son como
inviernos,
cielos
sin cobijo.
Yo me esfuerzo
en salvar mis bromelias,
pacientes, con sus hojas
verdes.
No que embellezcan mis días.
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