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Poemas

La línea

Nada me hacía pensar
en la felicidad, ni en 
los ángeles.

Viendo pasar a los
motorizados

sentí la extrañeza
de ser huérfana
de mi propia sangre,

de haber sido expulsada
del paraíso: voces,
música, de la estridencia
viva, fluidos
que desembocan
en el casco urbano.

Volví a mi pasividad doliente,
donde no hay ruido. Pero atiendo,
en la frontera cada una de las letras
de ese salmo: la tal vez
alegría.

 

Sangre

Ser ella, separada de mí.

 

La mayoría

tiene hambre de cabezas.

 

Troya

Quienes fueron no se saciaron.

 

Estructura

Una palabra

como la que no encontré

ni qué decir

 

Estos veranos

Pensar es resistir”
Gilles Deleuze

Cada uno a su modo,
distrae al tiempo:

no al que gotea, sino
el tiempo físico.

Estos veranos son como
inviernos,

cielos
sin cobijo.

Yo me esfuerzo
en salvar mis bromelias,

pacientes, con sus hojas
verdes.

No que embellezcan mis días.

 


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