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Sibila, lugares contemporâneos da poesia: Iván Humanes

Iván Humanes: Nascido em Barcelona em 1976, licenciou-se em Direito pela UB. Publicou: La memoria del laberinto (Biblioteca CyH, 2005), Malditos. La biblioteca olvidada (Grafein, 2006), 101 coños (Grafein, 2007), La emboscada (InÉditor, 2010) e Los caníbales (Libros del innombrable, 2011), finalista do prêmio Setenil 2012 de melhor livro de relatos publicado na Espanha. Primeiro prêmio no concurso de relatos curtos El Fungible e em Ciudad de Jerez, entre outros.

Participou de obras coletivas como La luz escondida (Libros del Innombrable), PervertiDos (Ediciones Traspiés), Cryptonomikon 6 (Cryptshow Festival) e Náufragos en San Borondón (Ed. Baile del Sol).

Codirigiu o documentário A.T. Cuadernos de tiempo e foi corroteirista do documentário El boxeador (Libros del Innombrable) e roteirista do longametragem Vestigis, dirigido por Iván Morillo.

Membro do conselho de redação de Quimera, Revista de Literatura, dirige a seção de teatro e coordena especiais sobre escritores espanhóis esquecidos ou H.P. Lovecraft.

A. LEITURA DE POESIA

Sibila: Você lê poesia?

Humanes: Leio poesia quando estou treinando xadrez. Pela semelhança que há entre ambos. Porque, a partir da racionalidade da palavra ou do movimento da peça, aspira-se ao psicodelismo estético, ao sem sentido matemático: Mandelbrot e os fractais; Arrabal e o “mineralismo”; Gidé mal concatenado.

Sibila: Que poesia você lê?

Humanes: Não me interessa a poesia complacente. Deleito-me com os mestres Rolando Sánchez Mejías e com os cubanos que escreveram na revista Diáspora(s), com Bonvicino, com Gamoneda e Juan Carlos Mestre, e com poetas amigos como Juan Vico, Álex Chico Agustín Calvo Galán, Ana Gorría, Raúl Herrero ou Laia López Manrique.

Sibila: Você acha que a leitura de poesia tem algum efeito?

Humanes: Suponho que dependerá do leitor. No meu caso, serve para certificar-me – como escritor e jogador empedernido – de que é possível forçar a palavra, que nada é evidente, que uma linha tem a possibilidade de nocautear um livro inteiro. Plasticidade mental. Jan Švankmajer no poder.

B. ESCRITA DE POESIA

Sibila: O que você espera ao escrever poesia?

Humanes: Jogar. Achar novos limites. Superá-los. Escrever poesia é, ao mesmo tempo, como perder terreno para um lutador de boxe, ou masturbar-se repetidamente. Dá resistência mental, bons antebraços.

Sibila: Qual o melhor efeito que você imagina para a prática da poesia?

Humanes: Retirar-se, nem que seja momentaneamente, da planície do mundo atual. Andar na neve, junto com Robert Walser, e deixar a marca da bota com a precisão de um medidor atômico.

Sibila: Você acha que a sua poesia tem interesse público?

Humanes: Meu público é uma minoria, inexistente, sou eu e meus amigos poetas. É possível que nem haja interesse em meu público reduzido… Mas não ligo para isso. Dou-lhe a mesma importância que dou ao público que existe para minhas partidas de xadrez: eu e meu contra-atacante adormecido. E já me basta.

C. PUBLICAÇÃO DE POESIA

Sibila: Qual o melhor suporte para a sua poesia?

Humanes: A voz. Deleito-me com a leitura de meus poemas. Permite afinar o que está escrito, adaptar o tom e a atitude (ou a falta de atitude, com acritude) às linhas.

Sibila: Qual o melhor resultado que você espera da publicação da sua poesia?

Humanes: Ser convidado para ir à Polinésia, ou para outro destino paradisíaco, ler para os turistas bêbados. Se possível, com as despesas pagas por dois anos, seria suficiente. Também o Prêmio Nacional me entusiasmaria. O Prêmio Nacional das Maldivas, obviamente, e por exemplo.

Sibila: Qual o melhor leitor de seu livro de poesia?

Humanes: Alguém que esteja em sintonia com minhas predileções poéticas. E que goste do psicodélico, dos filmes de terror, David Lynch, Fernando Arrabal, que seja vegetariano, que saiba apreciar o vinho e sinta interesse pela cópula mística das baratas. Algo assim.

Sibila: O que você mais gostaria que acontecesse após a publicação da sua poesia?

Humanes: Se minha poesia servir para discutir sobre o processo poético, é o bastante. Se não servir, também. Se servir e não servir, porém ao mesmo tempo servir para que me convidem a um jantar ou a tomar um trago, também. Se isso vier acompanhado por alguma partida de xadrez jogada a vida ou morte, serei feliz.

A. LECTURA DE POESÍA

Sibila: ¿Usted lee poesía?

Humanes: Leo poesía cuando entreno ajedrez. Por la similitud entre ambas. Porque desde la racionalidad de la palabra o del movimiento de pieza se aspira a la psicodelia estética, al sin sentido matemático: Mandelbrot y las fractales, Arrabal y el “mineralismo”, Gidé mal encadenado.

Sibila: ¿Qué poesía lee?

Humanes: No me interesa la poesía complaciente. Disfruto con los maestros Rolando Sánchez Mejías y los cubanos que escribieron en la revista Diáspora(s), con Bonvicino, con Gamoneda y Juan Carlos Mestre, y con poetas amigos como Juan Vico, Álex Chico, Agustín Calvo Galán, Ana Gorría, Raúl Herrero o Laia López Manrique.

Sibila:¿Leer poesía tiene algún efecto?

Humanes: Supongo que dependerá del lector. En mi caso sirve para cerciorarme, como escritor y jugador empedernido, que la palabra puede forzarse, que nada es evidente, que una línea tiene la posibilidad de noquear un libro entero. Plasticidad mental. Jan Švankmajer al poder.

B. ESCRITURA DE POESÍA

Sibila:¿Qué espera usted al escribir poesía?

Humanes: Jugar. Hallar nuevos limites. Traspasarlos. Escribir poesía es, a la vez, como hacer comba para un boxeador. O como masturbarse repetidamente. Otorga resistencia mental, buenos antebrazos.

Sibila:¿Cuál sería el mejor efecto que puede uno obtener de la práctica de poesía?

Humanes: Apartarse, aunque sea momentaneamente, de la planície del mundo actual. Caminar junto a Robert Walser por la nieve, y dejar la huella de la bota con la precisión de un medidor atómico.

Sibila:¿Su poesía tiene interés público?

Humanes: Mi público es minoría, inexistente, soy yo y mis amigos poetas. Es posible que ni siquiera exista interés en mi reducido público… Tampoco le doy importancia. Le doy la misma que el público que existe para mis partidas de ajedrez: yo y mi contrincante adormilado. Ya me basta.

C. PUBLICACIÓN DE POESÍA

Sibila: ¿Cuál es el mejor soporte para su poesía?

Humanes: La voz. Disfruto con la lectura de mis poemas. Da la opción de perfilar lo escrito, de adaptar el tono y la actitud (o la falta de actitud, con acritud) a las líneas.

Sibila: ¿Cuál es el mejor resultado que espera de la publicación de su poesía?

Humanes: Ser invitado a la Polinesia, o a algún otro destino paradisíaco, leer para los turistas borrachos. Posiblemente con un par de años con los gastos pagados me bastaria. También el Premio Nacional me haría ilusión. El Premio Nacional de las Maldivas, obviamente, y por ejemplo.

Sibila: ¿Quién sería el mejor lector de sus libros de poesía?

Humanes: Alguien que esté en sintonía con mis predilecciones poéticas. Y que le guste la psicodelia, las películas de terror, David Lynch, Fernando Arrabal, que sea vegetariano y que sepa apreciar el vino y sienta interés por la cópula mística de las cucarachas. Algo así.

Sibila:¿Qué es lo que más le gustaría que sucediera después de la publicación de su poesía?

Humanes: Si mi poesía sirve para discutir sobre el proceso poético, me basta. Si no sirve, también. Si sirve y no sirve pero a la vez sirve porque me invitan a una cena o una copa, también. Si ello va acompañado de alguna partida de ajedrez a vida o muerte seré feliz.

*  *  *

POEMAS:

ESTÁTICA

Y será equilibrio de fuerza
perturbar basura humana:
magnitud.

Ni siquiera moscas beben
de sus malgastadas bocas,
precisión: los otros suelen
estar en contra de nosotros,
así está dicho.

¿Es la reflexión alimento de
ofensa? Siempre es familiar
lo inútil. Y el propósito será
aniquilación / calcular el fin
y silenciarlos.

*  *  *

RESTOS DE LA ANTIGÜEDAD

Restos de la antigüedad son reflejo,
espejo donde moran
mueren
instantáneas del recuerdo.

Fue avanzar en el silencio
cubriéndolo de blanco.
Calaba el frío.
Nos segaban de raíz.
Nos desvelaban la ínfima
dimensión del mundo.

Y la sinfonía herrumbrosa del tren
muerto vivo entre las ruinas.

*  *  *

JHONNY GUITAR

A pesar del silencio, hombre desordenado
contra notas
es Jhonny Guitar, vidrio y sonata:
soprano, alto y bajo
a la sazón: Lee Marvin, Eastwood, Waine
del revés.

Caballos desbocados y pacientes
miran la negrura de sus cascos,
conjura de pájaros sobre pentagrama.

A pesar del silencio, manos escarban dientes
rasgan velos
se hacen familiares Edipo y Yocasta:
cuerpo cuelga del árbol
por los pies: ahorcado piensa perspectiva.

Caballos desbocados y pacientes
reciben acordes en sus madrigueras
en medio de un gran silencio, huracanes.

Cada vez que abre puerta de Saloon
espuelas sobre rostros
fuga, póker quemado en dedo ágil.

A pesar del silencio, centauro del desierto
sin perdón
Jhonny Guitar viste sus dedos:
guitarra es sacrificio
la venganza es la que cura al herido.

Yo estaba loca por Jhonny Guitar,
por el único que ellos llamaban
Jhonny Guitar,
te canta Peggy Lee.
Tócala otra vez, Jhonny Guitar.

Caballos desbocados y pacientes.
Y es que cuando vas con el diablo
él no cambia / te cambia a ti.

*  *  *

TAXIDERMIA

Los domadores que os aprisionan
y nos dan trofeo
no deben arrastrar cuernos de animal,
ni cuerda en cuello ni rozar con otros
de pelo corto.
Así las normas.

No hay ojos conocidos, infinita la
numeración dada
por nuestros jóvenes de rojo y espeso cabello
Manos cortan la piel como garras de oso.

Obras de Hemingway rellenan el
cuerpo eviscerado.
Arreglo que conserva la viva apariencia.
Huesos y músculos fríos se sumergen en yeso mate.

Nadie aguanta la mirada de cristal
remate del cuerpo.
Toca, toca el fulgor estelar del aliento.
Naturaleza en reposo / Puente
canto del inframundo.

*  *  *

AZAR

Busca el motivo del que sobrevino
y habitó las formas.
Su poder hace a todos unidad semejante;
callada burla.

Pregunta por los cuerpos extraordinarios,
esa levedad luminosa
que sigue sin aceptar la orden.
Edificios desiguales que deben leerse
al envés.

Su existencia obedece al sueño del azar.
Tan sólo bruma.
Bruma oscura.
Bruma o locura.

*  *  *

Leia a série completa

 

Lugares contemporâneos da poesia

Concepção do projeto: Alcir Pécora e Régis Bonvicino
Texto introdutório: Alcir Pécora
Realização: Régis Bonvicino, com a colaboração de Aurora Bernardini e Charles Bernstein

Há reiterados momentos do contemporâneo em que a prática da poesia se parece exatamente apenas uma prática, uma empiria, uma rotina. Faz-se poesia porque poesia é feita. Edita-se poesia porque livros de poesia são editados e foram editados. Por que não continuar editando-os?

Mas qual o significado da arte, quando a arte se reduz a empiria, procedimento habitual que não problematiza os seus meios? Que deixa de inventar os seus próprios fins? Que não desconfia de sua forma conhecida, nem arrisca um lance contra si, inconformada?

Para tentar saber o que pensam a respeito da poesia que produzem alguns dos mais destacados poetas estrangeiros em ação hoje, a Revista Sibila propôs-lhes algumas perguntas simples, primitivas até – silly questions! –, cujo escopo principal é deixar de tomar como naturais ou óbvios os automatismos da prática.

Trata-se de saber dos poetas, da maneira mais direta possível, o que ainda os move a ler, a escrever e a lançar um livro de poesia – ou, mais genericamente, a publicar poesia, seja qual for o suporte.

A condição de, por ora, ouvir apenas os estrangeiros é estratégica aqui. Convém evitar respostas que possam ser neutralizadas a priori por posicionamentos desconfiados de vizinhança.

Leitura de poesia, esforço de poesia e publicação de poesia: nada disso é compulsório, nada disso se explica de antemão. Tudo o que se faz, nesse domínio, é fruto de exigência apenas imaginária. Nada obriga, a não ser a obrigação que se inventa para si.

A revista Sibila quer saber que invenção é essa. Ou seja: o que os poetas ainda podem imaginar para a prática que os define como poetas.

Contemporary places for poetry

There are plenty of moments in our current life when the practice of poetry seems exactly a practice, something empirical, a kind of routine. One makes poetry because poetry has been made. One publishes poetry because books of poetry are published and were published, why not going on publishing them?

But what meaning does art have when art is reduced to empiricism, the habitual procedure which doesn’t discuss its means? Which doesn’t any longer make up its own aims? Which is not suspicious of its usual form, nor runs the risk of a move against itself, unresigned?

Trying to know what some of the most distinguished foreign poets in action today think about their own poetry, Sibila proposed some very simple questions, some naïve questions – silly questions! –, whose principal aim is no longer to consider as natural ( as obvious) the automatisms of the poetical practice.

Sibila asks the poets to tell in the more direct way what still moves them to read, to write, to publish a book of poetry – or, more generically, to publish poetry, in whatever support.

The choice, for the moment, to listen only to foreign poets’ voice is a strategic one. It’s better to avoid answers which would be neutralized a priori, due to suspicious neighbourly attitudes.

Reading poetry, straining to write poetry, publishing poetry: not at all compulsory, all this, not at all explainable in advance. Everything you do in this domain is the result of mere imaginary exacting. Nothing obliges you, unless the obligation you invent yourself, for yourself. Sibila wants to know what kind of invention is that. Id est: what poets may still make up for the practice which defines them as poets.


 Sobre Iván Humanes Bespín

Nacido en Barcelona (España) en 1976. Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona y realizó estudios de Filosofía. Codirector de la revista literaria DADO ROTO. Es colaborador de la revista Escribir y Publicar y del sitio electrónico Literaturas.com, para los que ha realizado entrevistas a Martin Amis, Andreu Martin, Fernando Arrabal, Guillermo Martínez, Lázsló Krazsnahorkai, Peter Stamm, Agustín Fernández Mallo o Stephan Audeguy, entre otros. En el 2005 publicó el libro La memoria del laberinto (Biblioteca CyH), que consta de diecinueve relatos cortos. En 2006 el ensayo Malditos. La biblioteca olvidada (Grafein Ed.), del que es coautor. Y en 2007 en la obra 101 coños, que aúna hiperbreves e ilustraciones (Grafein Ed.). Su sitio en la red es www.ivanhumanes.com.